LOPD/RGPD

Hasta el 25 de mayo de 2018, la LOPD fue la legislación vigente para la protección de datos de carácter personal que aplicaban las empresas en sus sistemas de información. A partir de esa fecha el RGPD se convierte en aplicación obligada para todas las empresas que operan en la Unión Europea el RGPD, sustituyendo la aplicabilidad de LOPD del año 1999.

El incumplimiento de las normas conlleva multas de hasta un 4% de la facturación global anual o 20 millones de euros.

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¿Qué es la LOPD?

La Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal fue el marco de referencia a nivel europeo para la protección de datos personales desde su entrada en vigor el 13 de Diciembre de 1999 hasta el 25 de mayo de 2016.

La LOPD contiene las reglas de obligado cumplimiento para conseguir una armonía entre la protección de la información privada de las personas y la circulación de los datos personales dentro de la Unión Europea (UE).

Esta legislación actúa acorde a la Directiva 95/46/CE que exige un correcto equilibrio para la recogida de datos, límites en la utilización de la información y la colaboración de un órgano para el control de las actividades relacionadas con el tratamiento de datos.

La Directiva 95/46/CE de Protección de Datos surge en 1995 para regular el procesamiento de datos personales dentro de la Unión Europea

En España la AEPD es el organismo nacional independiente encargado de supervisar las actividades de las empresas que manejan información de carácter personal.

¿Qué es la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de Derechos Digitales LOPDGDD?

La LOPD es el marco legal de la Directiva europea 95/46/CE.

Esta legislación intercomunitaria nace para que cada estado miembro aplique unas medidas en materia de protección de datos capaces de preservar la información personal de los ciudadanos y controlar el tratamiento, gestión y divulgación de esta.

LOPD también se encargaba de facilitar los derechos de acceso, rectificación, conformidad y oposición (ARCO) a los titulares de información.

Los derechos ARCO permiten que los usuarios puedan acceder a la información que una empresa posee, rectificar, eliminarla y oponerse a su utilización.

La Ley de protección de datos también asigna obligaciones a las empresas, las principales son:

• Las empresas deben recabar el consentimiento explícito del interesado.
• Ofrecer a los usuarios los derechos ARCO de forma permanente.
• Cumplir con los requisitos de la Directiva 95/46/CE Europea.
• Registrar el fichero de datos en la AEPD.
• Realizar una auditoría bienal de sus procedimientos de seguridad.

La LOPD, tal y como se conocía, fue sustituida el 6 de diciembre de 2018 por la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de Derechos Digitales (LOPDGDD).

La LOPDGDD adapta la legislación española a la normativa europea definida en el RGPD, vigente desde el 25 de mayo de 2018. Es decir, es una actualización que añade la nueva normativa europea donde se incluyen derechos y obligaciones nuevos.

Su finalidad es proteger la intimidad, privacidad e integridad del individuo, en cumplimiento con el artículo 18.4 de la Constitución Española.

La ley considera como datos personales toda aquella información que permite identificar a una persona en formato de texto, imagen o audio.

La Ley de protección de Datos y garantía de derechos digitales adquiere este nombre porque una de sus principales finalidades es preservar la privacidad, gestión y protección de los datos personales en Internet.

Para ello incluye nuevas regulaciones como el derecho al olvido o a la portabilidad, y otras modificaciones para la obtención del consentimiento del usuario.

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¿Qué es el RGPD?

El RGPD surge el 25 de Mayo de 2016 y se aplica desde el 25 de Mayo de 2018.

Este reglamento no requiere de una ley nacional para su implementación y por tanto, puede aplicarse de forma directa implementando las medidas y requisitos que recoge RGPD, ya basadas en la Ley de protección de datos.

Las empresas que operan en la Unión Europea deben de aplicar desde el 2018 el RGPD, que sustituye a la LOPD de 1995.

Para cumplir con la nueva reglamentación, las empresas deben de adaptar medidas más estrictas en su política y gestión del tratamiento de datos. Esta regulación de la información de los usuarios también incluye sanciones más severas para las empresas que no cumplen de forma estricta sus requisitos.

Para evitar las multas derivadas de un incumplimiento de la política de datos, lo adecuado es contar con la asesoría y gestión de un profesional.

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Diferencias entre LOPD y RGPD

La principal diferencia entre RGPD y LOPD es que la primera es un reglamento que incluye las normas y medidas severas basadas en la ley de protección de datos, mientras que la LOPD es la propia ley, donde se marca la regulación y medidas específicas para cumplir con los principios básicos y la finalidad de esta legislación.

Además de esta discrepancia que atiende a la naturaleza de ambas regulaciones, encontramos otras diferencias.

En general todas coinciden en el nivel de exigencia, ya que RGPD marca unos requisitos más estrictos que LOPD. Estas son:

• Ampliación de los derechos ARCO: El RGPD añade a los derechos de acceso, rectificación, conformidad y oposición, la portabilidad, derecho al olvido y limitación del tratamiento. Surgen así los derechos ARCO-POL.
• Endurecimiento de las sanciones
• Delegado de Protección de Datos (DPD): El RGPD introduce la figura del delegado de protección de datos. Su inclusión es necesaria cuando las actividades principales del responsable o del encargado requieren una observación a gran escala.

El endurecimiento de sanciones, el daño de imagen que provoca un incumplimiento de la política de protección de datos a cualquier escala, y la confianza de los usuarios, son algunos de los motivos que hacen imprescindible mantener en correcto cumplimiento el RGPD en las empresas.

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